Ese no era el trato - Ani M. Zay

Es un poco complicado explicar esta historia sin desvelar nada ni hacer ningún tipo de spoiler, pero intentaré hacerlo de la mejor manera posible.

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Susana: 26 años.  Es una mujer fuerte y segura de sí misma. Directa y sincera.  Alta y con curvas, no se ajusta a los cánones de belleza establecidos. Es una curranta nata. Licenciada en Derecho lleva casi tres años en su empresa y ha pasado por todos los departamentos posibles. Conoce al dedillo los entresijos de la misma  y no puede entender como una y otra vez, rechazan su solicitud para acceder al Departamento Legal.

El último rechazo es la gota que colma el vaso así que, cansada y cabreada, decide renunciar a su trabajo y dar un cambio a su vida. Aunque su amiga Eva, no se lo permitirá.

Un encuentro inesperado  y una proposición "descabellada" hacen que Susana, por una vez, no piense las cosas y se embarque en una pequeña aventura para poder desconectar, de su triste vida.

David: 30 años. Está llamado a ser el sucesor de la empresa cuando su padre se jubile. Es un crack con los números, pero no tiene ni don de mando ni carácter para llevarla. Un tipo desgarbado, muy tímido, inseguro y voluble. Se deja llevar por los demás y no quiere en ningún momento decepcionar a nadie.

No está seguro del rumbo que debe seguir su vida, por lo que decide hacer un pequeño descanso para poder replantearse si lo que hace es lo que de verdad desea o lo que los demás esperan que haga.

Un fin de semana atípico y un simple juego de mesa se convertirán en la mayor aventura de sus vidas.

El ritmo del libro es muy fluido, sin que en ningún momento decaiga. Estamos ante una historia muy original y divertida, con unos personajes la mar de variopintos y con un desenlace de lo más inesperado.

Me encanta como Susana lleva el peso de la historia. Hace todo lo posible para que David se sienta bien y que poco a poco tenga más seguridad en si mismo,  sin darle importancia a ninguno de los "defectos" que sus anteriores parejas le han hecho creer, haciendo de los mismos, su mejor virtud.

Casi sin darse cuenta y entre las situaciones más surrealistas que os podáis imaginar, va surgiendo entre ellos una relación firme y duradera, que, contrariamente a lo que ella piensa, no se basa únicamente en la inmensa atracción sexual que sienten, sino en la confianza y seguridad que ambos se transmiten estando juntos. Hay momentos en que no hacen falta las palabras entre ellos. Una mirada, una expresión, son suficientes para entenderse. Forman un buen equipo. Susana es el contrapunto perfecto a David. Y David es la pieza que falta en la vida de Susana. Están hechos el uno para el otro.

Lo mejor, el final. La manera en que la autora da una vuelta de tuerca a la historia es inmejorable. Es más, jamás me lo hubiera imaginado. Todo en él es perfecto. Desde la forma de descubrir el complejo plan que se ha orquestado a su alrededor, hasta la forma en que David, por fin, toma el mando y hace valer su opinión por encima de todo y de todos para, simplemente, hacer feliz a Susana.

Si tengo que ponerle un pero al libro es que creo que se podía haber sacado un poquito más de provecho al principio del mismo. Ese fin de semana daba mucho juego y podría haberse exprimido para darle más jugo a la historia. Realmente la imaginación del lector (en este caso la mía) ha superado al desarrollo de la historia.

Por lo demás, un libro muy divertido y recomendable. Prepárate a vivir una historia de lo más REFRESCANTE.